La Parte Vieja esconde detalles que a primera vista no se perciben; para conocer todas estas curiosidades, ya puedes reservar las visitas guiadas.

Si bien has pasado varias veces por las calles de Tolosa o es la primera vez que circulas por ellas, seguro que alguno de los datos que verás a continuación te sorprenden.


1. Balcones a la moda 

¿Influye la moda de vestir en la arquitectura? Para sorpresa de muchos, ¡sí! Hasta el diseño de los espacios en los que nos movemos termina por adaptarse a aquello que llevamos puesto o lo que denominamos tendencia. 

Si caminamos por las calles de la Parte Vieja de Tolosa elevamos la mirada y nos fijamos, veremos que hay balcones de todo tipo. Cada época histórica diseña los suyos propios, y en época de grandes vestimentas, grandes balcones. 

Los balcones de hierro forjado son más anchos en la parte baja debido a que la vestimenta típica del siglo XIX incluía grandes faldas que si no, de no tener este espacio extra, no permitiría que sus portadoras se asomaran por sus ventanas. 


 
2. Buzón real

El Palacio de Atodo era el centro. En muchos sentidos. Uno de los palacios más destacables de Tolosa, fue construido por Fermín de Atodo, capitán de los tercios de Tolosa y embajador de Felipe II en Roma, nada menos. El palacio es del siglo XVII, de estilo renacentista.

En la fachada, además del escudo de armas original, existe un agujero que corresponde al que fuera el Buzón Real, es decir, donde se depositaban las cartas para el monarca. Llegó en su momento a ser epicentro de comunicaciones.

El palacio está en una calle por la que se cruzaban, en ambas direcciones, caminos que iban a Francia y a Navarra. ¡Como ves, no es casualidad que el buzón de comunicación con el rey se ubique en él!

También fue aposento de personalidades de la realeza como Felipe III, Maria Luisa de Borbón, Fernando VII o Carlos IV.

 

 
3. Una plaza irregular

La plaza Verdura es donde hoy en día se celebra en esta plaza el mercado de verduras, plantas y flores, y  es conocida por eso, ¡ya que es un punto de encuentro de muchos vecinos y visitantes!

Construida en el año 1899 por el arquitecto José Alejandro Múgica, es un espacio que desde el medievo ha tenido funciones de alhóndiga y mercado. Está hecha de hierro y tiene una cubierta acristalada. Está, además, rodeada por los arcos de la plaza. 

Aun así, esta plaza esconde detalles que no se perciben fácilmente. ¿Has contado alguna vez la cantidad de arcos de la plaza? En un lado son 12, en el otro, en cambio, 13. Esta es una evidencia de la irregularidad de las calles de la Parte Vieja, y de cómo, en consecuencia, esconden infinidad de peculiaridades.



 
4. Una isla

Sabemos que los lugares cambian con el paso del tiempo. Las calles cambian de nombre, se transforman e incluso desaparecen. Sin ir más lejos, ¡en la Edad Media, Tolosa era una isla rodeada por el río Oria y el desaparecido canal Erretengibel! Por si fuera poco, la isla estaba amurallada y tenía cinco accesos, por donde se controlaba el paso de personas y mercancías.

Cuando la muralla fue derruida solo se mantuvo en pie una  de las cinco puertas que había para entrar a la villa: la puerta de Castilla. Si si… el arco de la Plaza del Triángulo. Lo que vemos ahora son los añadidos neoclásicos del siglo XVII, construidos sobre los restos de la puerta de la Edad Media. El interior del arco es del medievo.

Para conocer todas estas curiosidades, ya están abiertas las reservas para las visitas guiadas por las calles de la Parte Vieja. ¡Haz tu reserva, no te arrepentirás!