Las fiestas de San Juan, fiestas patronales de Tolosa, guardan momentos de lo más especiales, algunos casi imperceptibles también para la población local. Y es que, por muy tolosarra que seas, puede que no sepas algunas de estas curiosidades.
La hoguera de San Juan se enciende en Tolosa a las 22:00 en punto, al son de la marcha de San Juan, interpretada por la banda municipal de música, y con el repique de campanas de fondo. A partir de este momento, se suceden muchos acontecimientos con gran simbolismo.
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Un ramo de flores y plantas a la fogata de San Juan
Decenas de tolosarras saltan por encima del fuego para, según manda la tradición, ahuyentar los malos espíritus. Pero ese desfile de saltos no arranca hasta que el alcalde o la alcaldesa no haya depositado en la fogata un ramo de flores y plantas secas, compuesto por hojas de fresno, maíz, trigo, helecho, rosas y flores de San Juan. De esta manera, augura los mejores deseos para el pueblo: espantar los malos espíritus, enfermedades e incendios, y atraer buenas cosechas.
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El repique de campanas, en familia
El repique de campanas de la parroquia de Santa María, tanto la víspera como el día de San Juan, corre a cargo de la familia Garikano. Llevan haciéndolo muchos años, al menos una generación.
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La elegancia de las calles desde por la mañana
La noche de la víspera de San Juan es la más corta del año… en todos los sentidos. Hay quien madruga para acudir a primera hora de la mañana (4:30) a cortar ramas de fresnos a los bosques de la zona, y engalanar las calles y los portales de la parte vieja. De este arduo trabajo se encargan los y las bordondantzaris, la familia Garikano y alguna vez, hasta la asociación de comerciantes Tolosa&Co. La verdad, Tolosa luce espectacular este día.
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En busca de la corporación casa por casa
Sobre las 07:00 de la mañana, la banda de txistularis acude a ‘despertar’ a los miembros de la corporación municipal, casa por casa, siempre y cuando vivan en el núcleo urbano… ¡porque el día es largo y hay muchos compromisos a los que llegar! Interpretan el zortziko de San Juan, y un fandango y un arin-arin.
A las 08:45 la banda de txistularis inicia su Diana por la parte vieja. Pero no lo hace sola, sino acompañada por la Banda de Txistularis de Pamplona. Una tradición que se remonta muchos años atrás. Ambas bandas realizan un trueque en sus fiestas patronales: la banda de Tolosa lleva acudiendo a los Sanfermines desde 1913. ¡Casi nada!
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19 compañías de escopeteros, de todas las edades
Las 19 compañías de escopeteros que desfilan durante todo el día también tienen sus propios protocolos. Este año, además, se han constituido como asociación: Tolarde. Participa gente de todas las edades. ¡Hay compañías que rebasan los 200 participantes!
Tienen fijados sus propios recorridos, y en todo momento, tanto en la diana y la procesión de la mañana, como por la tarde, acompañan a la corporación. Todo ello, en el mejor ambiente.
Hay varias salvas que se lanzan de forma conjunta: a la mañana en la Plaza Zaharra y en dos ocasiones en la Plaza Euskal Herria; y por la tarde, en el Triángulo. La capitanía general de todas las compañías se rota año a año. Mientras que el orden de salvas corresponde a la antigüedad de las compañías. Hasta hace poco la colocación de las compañías se realizaba bajo el mismo criterio, pero es tal la alta participación, que por falta de sitio se decidió hacerlo de forma rotativa.
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La bordondantza, a través de las antiguas puertas de entrada a la villa
Por la tarde se celebra la tradicional bordondantza, que se ha convertido en un símbolo del día de San Juan. A diferencia de la mañana, las y los dantzaris portan alabardas o bordones. Por la mañana realizan el tradicional camino de Ronda: partiendo de la Plaza Vieja hacia la calle Solana, se baja hasta la Plaza Gorrito por la calle Correo, y se regresa al ayuntamiento por la calle Mayor. Por la tarde se recorren las tres antiguas puertas de la villa amurallada de Tolosa. Primero, el del puente de Arramele; después, el del Portal de Castilla, para acceder al Triángulo; y, por último, el Puente de Navarra, en el camino hacia Zumardi Handia.
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Un ramo de flores
Los y las bordondantzaris acompañan en todo momento a la corporación municipal, junto con las bandas de música y txistularis. Hay una singularidad: por la tarde, el miembro más joven del gobierno porta el síndico, una espada cubierta de claveles y un pañuelo blanco con el escudo de Tolosa.
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Reparto de claveles en Arramele
Ese ramo está formado por claveles rojos y blancos, los mismos que se reparten a las puertas de la ermita de Arramele por la tarde. De ello se encarga la floristería Arregui, desde hace 70 años. Llegan a repartir hasta 1.500 claveles en pocos minutos. ¡Y es que se agotan enseguida! Tanto representantes políticos, como músicos, escopeteros y escopeteras se atavían con estas hermosas y coloridas flores.
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El baile de los representantes institucionales
Una vez que la comitiva, además de todas las compañías de escopeteros, llega a la plaza del Triángulo, la corporación ofrece un baile al pueblo: primero es el alcalde o la alcaldesa quien baila una agurra; después, lo hace toda la corporación municipal al son de la Axeri dantza.
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Una fiesta muy participativa
Y este último punto, ya no solo se refiere a un único momento, sino a una característica general de las fiestas: y es que los sanjuanes de Tolosa se caracterizan por la amplia participación de la ciudadanía. Lo hace, además, de forma igualitaria y festiva.
Destaca, en especial, la amplia participación de las mujeres: algo que ha ido a más durante la última década y de forma totalmente natural, tanto en el grupo de dantzaris, como en las compañías de escopeteros.
La verdad, es una gozada el buen ambiente que reina durante todas las fiestas, que este año arrancan el 22 de junio y se prolongarán hasta el día 25.