El fin de semana que se celebra la Fiesta de la Alubia de Tolosa es uno de los más intensos del año en la villa. Y es que la feria extraordinaria en torno a la perla negra conjuga también comidas populares, concursos gastronómicos y actuaciones callejeras, que reúnen a un buen número de locales y visitantes.

Este año, a pesar de las adversas condiciones meteorológicas, la Babarrunaren Festa ha mantenido el éxito que ha mostrado durante los últimos años. 

Junto con el comienzo de la habitual feria en el Tinglado, el aroma a alubia tomaba las calles de Tolosa desde primera hora de la mañana del sábado. Como de costumbre, los cocineros locales prepararon todas las alubias participantes del Concurso de Productores, un total de 24. Este año, la alubia ganadora ha sido la de Sebas Gartziarena de Berastegi. 

Precisamente, desde la Asociación de productores y productoras de la alubia de Tolosa han calificado la cosecha de este año como “mejor que la del año anterior”. Pese a ser tardía, han destacado que “se cuece más rápido, y produce un jugo más fino y en mayor cantidad”.

El concurso de morcilla de verduras también captó la atención de quienes decidieron visitar la feria extraordinaria de la alubia. La empresa Mujika Odolkiak de Ordizia se hizo con el primer premio.

Después de las tradicionales alubiadas en los bares de Tolosa y en las sociedades gastronómicas, la Euskal Jaia o Fiesta Vasca tomaba el relevo de la feria extraordinaria. Bertsolaris, trikitilaris, txarangas, DJs y grupos de música se encargaron de ambientar las calles y plazas de la parte vieja, repletas de gente que vestía los trajes tradicionales vascos.

La comida popular del domingo organizada por la sociedad gastronómica Gure Kaiola puso el broche de oro a la fiesta, reuniendo a más de 500 personas en el comedor del Tinglado. Antes, en el concurso gastronómico popular, Marijo Irastorza y Karlos Jacinto se hicieron con la txapela de ganadores.