La lluvia en Tolosa no da mucha tregua durante los meses de otoño e invierno. Y dadas las características del clima del País Vasco, es probable que en la visita a nuestro municipio el tiempo no acompañe. Pero claro, sino no estaría rodeado por un maravilloso entorno tan verde.

Por eso, al mal tiempo, buena cara, buenos alimentos y otro tipo de planes para seguir disfrutando de la estancia. Tolosa tiene infinidad de lugares por conocer y cosas que ofrecer, también para los días lluviosos. 

Mercado

El sábado es día de mercado en Tolosa: una actividad que visitar sí o sí. Decenas de productores de alrededor bajan a vender sus productos desde sus caseríos. Verduras y frutas, setas, queso, alubias,.... y hasta plantas y flores o textiles.

Es una feria que viene celebrándose desde hace siglos, de forma casi ininterrumpida, por lo que unas gotas no deberían ser suficientes para estropear la visita, ¿verdad? Además, dos de los tres espacios de la feria –la Plaza Verdura y el Tinglado– están cubiertas, y en esta última hay calefacción.

Pero el mercado de Tolosa se vale por sí solo. Por su variedad de productos de temporada, su colorido, la cercanía de sus productores, o por su ambiente desde primera hora de la mañana, hasta prácticamente la hora de comer.

De pintxos por la parte vieja

El ambiente se traslada a las calles de la parte vieja a partir del mediodía. A escasos metros de los puntos del mercado existen numerosos bares y restaurantes donde degustar pintxos y platos de temporada, elaborados con productos locales. Revueltos de hongos, alcachofas salteadas, un pintxo de kokotxas o bacalao... 

Y para comer que no falte una buena alubiada con todos sus sacramentos o una buena txuleta en cualquiera de los reconocidos asadores de Tolosa. La carta gastronómica tolosarra, tiene cabida para todo tipo de paladares. 

También quedarán encantad@s los amantes del dulce, ya que la villa tiene una larga tradición ligada a la confitería artesanal, con varias pastelerías muy famosas y con varios dulces y pasteles a los que no te podrás resistir. Un chocolate caliente o un café acompañado de unos pasteles o unas pastas, endulza un día gris. ¡Seguro que también conoces las tejas y los cigarrillos!

La pelota vasca

La cultura en el País Vasco también va estrechamente relacionada al deporte, y más en concreto al deporte rural vasco y a la pelota vasca. Las paredes de un frontón esconden mil historias y curiosidades que no terminan de sorprender a propios y extraños: desde el origen de este deporte, a los atuendos, las apuestas o las grandes hazañas de sus protagonistas.

El Frontón Beotibar de Tolosa, edificio también de un gran valor histórico, acoge partidos de pelota de diferentes categorías y modalidades: cesta punta, pelota a mano… Los fines de semana es común encontrarse con algún que otro partido, ya sea de categorías inferiores o de un campeonato profesional. Eso sí, el ambiente está asegurado. 

Chaparrón cultural

Ya por la tarde, buscar cobijo en los centros culturales puede ser una de las propuestas más interesantes durante un día de lluvia. TOPIC, el Centro Internacional del Títere de Tolosa, es uno de los museos de marionetas más importantes de Europa. Cruzar sus puertas es adentrarse en un mundo mágico, que te transporta en cuestión de pocos metros, de un país a otro, de una cultura a otra. Un chaparrón cultural. Y, con un poco de suerte, puede coincidir con alguna función.

El hermoso e histórico Palacio de Aramburu, uno de los patrimonios arquitectónicos más destacados de la villa, también alberga diferentes exposiciones: pinturas, esculturas, fotografías… La oferta cultural de la Sala Leidor también se intensifica cuando el tiempo no acompaña, así que nunca está de más ojear la agenda. ¡Siempre habrá algo de interés! Además, puede ser una gran ocasión de acercarte a la cultura vasca.

 

De tiendas por Tolosa

Otra de las opciones es ir de compras por Tolosa. Siempre se dice eso de que Tolosa es como un centro comercial a cielo abierto: en cuestión de pocos metros existen infinidad de establecimientos de todo tipo; unas 500 tiendas. La cercanía de sus comerciantes y el mimo con el que tratan el producto te harán sentirte orgulloso de comprar en el pequeño comercio. ¡Incluso hay tiendas centenarias!

Vuelve el ambiente

Cuando se empieza a hacer de noche, el ambiente se concentra en los soportales de la plaza Euskal Herria, máxime si el tiempo no acompaña. Muchas cuadrillas aprovechan los soportales para juntarse, charlar y tomar algo en alguno de sus bares. 

Y aunque el tiempo no invite a mirar al cielo durante el día, es allí donde mirar hacia arriba se convierte en imprescindible. Los techos de los soportales están decorados con pinturas de algunos de los artistas más importantes de la zona. Se trata de obras abstractas y de mucho color.

Con sol o con lluvia, con o sin paraguas, Tolosa es para vivirla. Y para disfrutarla.